lunes, 8 de diciembre de 2014

FRACKING, PANORAMA ACTUAL


Abordar la situación actual del fracking implica responder a las siguientes preguntas: ¿Qué es? ¿Qué riesgos conlleva?, ¿Cuál es la situación en el mundo? Y ¿cuál puede ser su futuro? Solo respondiendo a estas preguntas, se aborda de forma coherente esta técnica de la que se ha hablado mucho últimamente.

El fracking es una técnica para extraer gas natural y petróleo de yacimientos no convencionales. Se trata de explotar el gas acumulado en los poros y fisuras de ciertas rocas sedimentarias estratificadas de grano fino o muy fino, generalmente pizarras o margas, cuya poca permeabilidad impide el movimiento del gas a zonas de más fácil extracción.

El proceso de fracking lo que hace es crear fracturas que se extienden desde los pozos en formaciones de petróleo y gas mediante el bombeo de fluido altamente presurizado - agua, arena, granos de materiales cerámicos, y una mezcla de productos químicos - en la formación de petróleo o gas. Como este fluido mantiene las fisuras subterráneas abiertas, el flujo de petróleo o gas utiliza las fisuras para acceder hasta el pozo subiendo después a la superficie, donde pueden ser recuperados. El líquido también fluye de regreso al pozo, y se almacena en balsas abiertas hasta que pueda ser enviado a una planta de tratamiento

La mayor parte del fluido hidráulico se compone de agua, aunque se han analizado hasta 750 productos químicos diferentes usados como aditivos. Y es aquí donde surge el primero de los problemas asociados al fracking ya que entre los productos químicos añadidos al agua para obtener el fluido hidráulico encontramos Plomo, Sales de bromo, Uranio, Mercurio, Etilen – Glicol, Radio, Metanol, Ácido clorhídrico y Formaldehídos.
Todos estos aditivos tienen distintos usos, desde biocidas, hasta reductores de fricción, controladores de pH, reductores de oxidación, etc…, pero todos ellos son necesarios para el desarrollo de esta técnica y son altamente contaminantes.
Hay que tener en cuenta que la inyección de este fluido puede filtrarse a través de las grietas producidas en la roca hasta acuíferos y aguas subterráneas que quedan de este modo contaminadas. Y desde estos acuíferos, la contaminación de la fauna y flora cercana se vuelve inevitable, e incluso puede llegar hasta los abastecimientos de agua de las ciudades y pueblos cercanos.
Y el problema se multiplica ya que algunos aditivos químicos como el bromuro, al reaccionar con el cloro del tratamiento del agua favorecen mucho la formación de trihalometanos (THMs), en particular los trihalometanos bromados, que son productos altamente cancerígenos.
Hay un segundo riesgo asociado con el fracking según algunos informes científicos, que es la aparición de pequeños sismos en la zona en la que se utiliza. Aunque de momento no hay estudios concluyentes en ningún sentido es evidente a que los riesgos potenciales obligan a que la geología de la zona deba ser estudiada cuidadosamente antes de plantearse su utilización.
Y llegamos a un tercer problema o riesgo y es que dado que junto con el gas extraído también se recupera gran parte del fluido hidráulico, este debe ser almacenado en grandes balsas para su tratamiento debido a los aditivos químicos del agua ya mencionados. Es por ello que la posibilidad de ruptura de la balsa o de la pérdida de su impermeabilidad debe contemplarse en estos proyectos con especial cuidado, siendo recomendable el almacenamiento de este fluido en tanques, en lugar de balsas, siempre que sea posible.
Junto a estos tres grandes problemas, también hay que tener en cuenta otros riesgos que conlleva el uso de esta técnica:
En primer lugar, debido a la gran cantidad de agua que se consume en este proceso, las granjas de animales cercanas pueden verse perjudicadas, sobre todo si el agua para obtener el fluido hidráulico se extrae de acuíferos o ríos cercanos de los que también se abastece la granja.
En segundo lugar, las fugas de metano que pueden tener lugar suponen un contaminante adicional, ya que el metano es un gas de efecto invernadero veinticinco veces más potente que el dióxido de carbono.
Y, por último, en Pensilvania (EEUU) las mediciones hechas por algunos científicos han revelado una alta radiactividad en las aguas de retorno, si bien es cierto que el tratamiento que se les ha aplicado ha logrado reducirla considerablemente.

Para analizar cuál es la situación actual del fracking vamos a partir de la teoría del pico de Hubbert, también conocida como cenit del petróleo, petróleo pico o agotamiento del petróleo.
Esta teoría fue desarrollada por el Ingeniero y Científico King Hubbert sobre la evolución de la producción de un pozo de petróleo y tras su investigación fue extendida a la explotación de las reservas mundiales. En ella se analiza el consumo, el ritmo de descubrimiento de nuevas reservas, el ritmo de explotación de estas y el coste.
La teoría predice que la producción mundial de petróleo llegará a su cenit y después decrecerá al mismo ritmo de crecimiento anterior. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) hizo público en noviembre de 2010, que la producción de petróleo crudo llegó a su pico máximo en 2006. Aunque basándose en los datos actuales de producción, la Asociación para el Estudio del Pico del Petróleo y el Gas (ASPO en inglés), considera que el pico del petróleo habría ocurrido en 2010. En cualquier caso, la distribución geográfica de los países productores ha cambiado, y las reservas mundiales también.

 Así, en EEUU se ha pasado de la contribución en un 1% de este gas a una contribución del 25 % del consumo nacional de gas en este año 2014. De hecho, los precios actuales del petróleo se deben en gran medida a la sobreproducción debido a la entrada de EEUU en el mercado como gran productor. Esto ha abierto una guerra de precios, en la que los países de la OPEP han decidido mantener los precios bajos para tratar de frenar el avance de la producción en EEUU.
Se ha estimado que los precios de la obtención de petróleo mediante las técnicas de fracking oscilan entre los 60 a 100 $ por barril. De modo que un precio bajo en el mercado sitúa el barril de petróleo por debajo de la rentabilidad de explotación de muchos de estos pozos de fracking. Si la situación permanece en el tiempo, arruinará a muchas de las compañías que se embarcaron en la extracción mediante esta novedosa técnica.
Una consecuencia del aumento de reservas y de la bajada del precio del gas es el retorno de los ciclos combinados para producir electricidad. Con el aumento del precio del gas muchos ciclos combinados se habían vuelto económicamente no rentables, pero la actualidad parece que le está dando la vuelta a la situación.
En Europa no hay una posición unánime respecto al uso del fracking y cada país miembro está legislando según su propio criterio. Algunos países como Polonia, se han posicionado completamente a favor del fracking debido a su gran dependencia energética. Este país sólo produce el 30 % de la energía que consume en invierno, debiendo importar el resto y, por este motivo, ya dispone de 109 concesiones repartidas entre 12 compañías para la explotación de sus reservas de gas mediante esta técnica.
En cambio, otros países como Francia y Bulgaria han prohibido esta técnica totalmente.
En España se estiman reservas para 40 años. El norte de España ha sido ya explorado por algunas compañías y se han descubiertos yacimientos en Burgos, País Vasco y Cantabria. El Gobierno español es favorable a la extracción pero no todas las Comunidades Autónomas comparten este criterio.

Es difícil saber cuál puede ser el futuro del fracking. Por un lado, a favor de su uso tenemos la dependencia energética de los países, y el enorme peso económico que esto tiene en sus cuentas y en sus posibilidades de crecimiento. Y, por otro lado tenemos los posibles efectos contaminantes y el desconocimiento de las consecuencias de su utilización a largo plazo, al tratarse de una técnica relativamente joven.
En cualquier caso todas las recomendaciones de los diferentes informes científicos que existen se centran en intentar minimizar el impacto debido a los aditivos químicos del agua, en buscar aditivos menos contaminantes así como en controlar el riesgo de fugas y filtrados. De la consecución de estos objetivos parece que dependerá el futuro de esta técnica en muchos países.

Fecha: 08/12/2014
Alejandro Palacios Rodrigo
Ingeniero de Minas
Director Genreal de Rosmann Ingeniería
www.rosmann.es

Fuentes:

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